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Operar una parte del cuerpo equivocada, realizar un procedimiento erróneo o incluso operar al paciente equivocado es uno de los errores médicos más chocantes y evitables. En el ámbito médico, estos errores se conocen como "sucesos nunca ocurridos", lo que significa que son tan graves y evitables que nunca deberían producirse.
Esta página explica qué son las cirugías en el sitio equivocado y con el paciente equivocado, por qué ocurren y cómo la ley de Florida maneja estos casos. Desglosaremos las causas comunes (desde errores de programación hasta tiempos de espera quirúrgicos), destacaremos ejemplos reales (incluyendo casos notables de Florida) y le guiaremos a través de sus derechos y opciones legales si usted o un ser querido ha sido víctima de una cirugía en un sitio equivocado.
Nos centramos en las leyes y procedimientos específicos de Florida, para que sepa qué esperar desde la presunción de negligencia en estos errores hasta la investigación previa a la demanda y la presentación de una reclamación por negligencia. Nuestro objetivo es educar y capacitar a los pacientes lesionados en Florida con información en lenguaje sencillo sobre este grave tipo de negligencia médica.
¿Qué es la cirugía en el lugar equivocado o con el paciente equivocado (y por qué es un "caso perdido")?
La cirugía in situ errónea se refiere a cualquier procedimiento quirúrgico realizado en el lugar equivocado del cuerpo, en el lado equivocado del cuerpo o incluso en el paciente equivocado. También incluye la realización de un procedimiento equivocado en un paciente. En otras palabras, estos errores abarcan situaciones como que un cirujano opere la rodilla izquierda en lugar de la derecha, opere en el nivel equivocado de la columna vertebral, realice una intervención quirúrgica destinada a un paciente diferente o lleve a cabo un procedimiento completamente distinto del previsto. En general, se considera que se trata de errores que nunca deberían producirse si se siguen los protocolos adecuados.
- Cirugía en el lugar equivocado: Operar la parte del cuerpo o el lado incorrecto (por ejemplo, el miembro u órgano equivocado).
- Cirugía de procedimiento equivocado: Realización de un procedimiento quirúrgico distinto al previsto para el paciente.
- Cirugía de paciente equivocado: Realización de una intervención a un paciente totalmente equivocado (confusión de pacientes).
Afortunadamente, estos errores son poco frecuentes, pero ocurren, e incluso "poco frecuentes" puede significar cientos de casos. De hecho, la Comisión Conjunta (que acredita a los hospitales) informó de que, en 2022, las cirugías en lugares equivocados representaron aproximadamente el 6 % de todos los eventos centinela graves notificados.
Resulta alarmante que en 2023 se produjera un aumento de alrededor del 26% en los casos notificados de paciente equivocado, procedimiento equivocado y cirugía en el lugar equivocado. Aquí en Florida, estos errores son un problema conocido. Las agencias sanitarias de Florida exigen la notificación de este tipo de incidentes adversos, y desde 2012 los hospitales de Florida han notificado al estado 315 incidentes de cirugía en el lugar equivocado. Estas cifras ponen de relieve que, si bien son poco frecuentes en relación con el total de cirugías, los errores en el lugar equivocado son un problema real y persistente que los esfuerzos de seguridad del paciente siguen apuntando como totalmente prevenibles.
¿Por qué estos errores se denominan "sucesos de nunca jamás"? En pocas palabras, no hay ninguna razón aceptable para que un paciente se someta a una intervención quirúrgica equivocada o a una operación en una parte del cuerpo equivocada. A diferencia de las complicaciones que a veces se producen incluso cuando los médicos siguen las normas de atención, las intervenciones quirúrgicas en lugares equivocados se consideran 100% evitables con las precauciones adecuadas. A menudo provocan daños graves: los pacientes pueden someterse a intervenciones quirúrgicas innecesarias, sufrir dolores y traumatismos, tener que someterse a recuperaciones prolongadas o perder órganos o miembros sanos, además de seguir necesitando el procedimiento correcto previsto inicialmente.
Las aseguradoras , como Medicare, se negarán a pagar los tratamientos relacionados con estos casos, y los hospitales y cirujanos pueden sufrir graves consecuencias profesionales cuando se producen. En resumen, una cirugía en un lugar equivocado es un error de "bandera roja" que señala un fallo en los procesos del equipo quirúrgico. Por eso estos casos suelen dar lugar a demandas por mala praxis y a investigaciones reglamentarias: tanto el sistema médico como el jurídico reconocen que un acontecimiento de este tipo no debería producirse nunca si se aplican y siguen los protocolos.
¿Cómo se producen estos errores? Desglose de las causas
Si las intervenciones quirúrgicas en lugares equivocados son tan evitables, cabe preguntarse cómo es posible que sigan produciéndose. La verdad es que estos graves errores suelen ser el resultado de una cadena de equivocaciones o fallos de seguridad en múltiples puntos del proceso. Desde la programación inicial de la intervención quirúrgica hasta los momentos previos a la incisión, existen varios "puntos de control" diseñados para garantizar que el paciente y el procedimiento sean los correctos. A continuación, desglosamos las áreas comunes en las que pueden producirse errores en el lugar o el paciente incorrectos:
Errores de programación y errores de documentación
El proceso puede ir mal desde el principio: la programación de la intervención quirúrgica. Es entonces cuando se reserva la intervención y se comunica mediante papeleo o registros electrónicos. Un simple error administrativo o de comunicación durante la programación puede desencadenar un desastre. Por ejemplo, una intervención puede programarse para el lado equivocado o el procedimiento equivocado debido a un error tipográfico, o puede ocurrir que se confundan los historiales de dos pacientes con nombres similares. En el tristemente célebre caso de Willie King, el paciente de 51 años al que se amputó la pierna equivocada en 1995, un error de programación fue uno de los primeros fallos que provocó que se preparara la pierna equivocada para la operación antes incluso de que el cirujano entrara en el quirófano. En otros casos, el papeleo inicial (o la orden electrónica) puede indicar un lugar o un procedimiento incorrectos, y si todo el mundo confía en ello sin volver a comprobarlo, el error se extiende a todo el proceso.
En la fase de programación, la comunicación es clave. La falta de claridad en las reservas quirúrgicas, la letra ilegible en los formularios o la suposición de que otra persona ha verificado los datos pueden contribuir a un error de localización. Estos errores se perpetúan a medida que avanzan: si la programación del quirófano, los formularios de consentimiento y la historia clínica del paciente contienen la misma información incorrecta, el equipo quirúrgico puede descarriarse a menos que un control vigilante detecte la discrepancia. Los errores de programación a menudo se ven agravados por problemas de documentación; por ejemplo, la historia clínica del paciente o el consentimiento quirúrgico pueden reflejar la información incorrecta introducida durante la programación. Esta es la razón por la que los hospitales y centros quirúrgicos de Florida tienen políticas estrictas (al menos sobre el papel) para verificar los detalles del procedimiento en múltiples puntos. Pero si esas políticas se ignoran o el personal está sobrecargado de trabajo y con prisas, un detalle crítico puede quedar sin comprobar. En resumen, una intervención quirúrgica en un lugar equivocado suele tener su origen en un error administrativo o de oficina al principio, lo que demuestra el dicho "basura entra, basura sale": si los datos iniciales son erróneos y nadie los detecta, el resultado puede ser catastrófico.
Verificación preoperatoria y fallos en los historiales médicos
Antes de que un paciente entre en el quirófano, se supone que debe haber un minucioso proceso de verificación preoperatoria. Esto suele ocurrir en la zona de espera preoperatoria y consiste en confirmar la identidad del paciente, el procedimiento y la zona quirúrgica utilizando la historia clínica, los formularios de consentimiento y la propia comprensión del paciente de lo que se va a hacer. Los errores en esta fase suelen deberse a confusiones en las historias clínicas o los registros, a formularios de consentimiento incompletos o incorrectos, o a la falta de participación del paciente en la confirmación de los detalles. Por ejemplo, si una enfermera o un miembro del equipo quirúrgico no coteja la pulsera y el historial del paciente con el programa quirúrgico, el paciente puede ser sometido a una intervención equivocada. Se han dado casos de pacientes con nombres similares o que se encontraban en la misma habitación a los que se han intercambiado sus historiales, lo que ha dado lugar a que un paciente sea operado por otro. Se trata de situaciones devastadoras en las que se opera a un paciente equivocado y que deben evitarse con controles preoperatorios estrictos.
Un fallo frecuente se produce cuando el formulario de consentimiento quirúrgico (que firma el paciente o su familia) contiene un error, por ejemplo, pone "izquierda" en lugar de "derecha" o el nombre de la intervención es incorrecto, y nadie se da cuenta del error a tiempo. Con la presión de una unidad quirúrgica atareada, el personal puede dar por sentado que el papeleo es correcto y omitir una revisión detallada. La comunicación inadecuada suele ser la causa de estos fallos. La Comisión Conjunta ha descubierto que una comunicación deficiente durante la entrega de papeles y la verificación preoperatoria es una de las principales causas de las intervenciones quirúrgicas en sitios erróneos, ya que contribuye a cerca del 70% de estos errores. En la práctica, esto puede significar que a una enfermera se le entregó el historial equivocado o que una carta de derivación contenía un error tipográfico que nunca se comentó con el paciente. Es fácil ver cómo un paso en falso, como no preguntar al paciente "Le operamos de la rodilla derecha, ¿verdad?", puede permitir que un error anterior quede sin corregir. Se supone que la verificación preoperatoria es una red de seguridad crítica: un momento para "hacer una pausa y confirmar" todo. Cuando ese paso de verificación se precipita o se omite, la red de seguridad falla.
Mezclas de marcaje de sitios quirúrgicos
Casi todos los hospitales exigen a los cirujanos que marquen la zona quirúrgica en el cuerpo del paciente, normalmente con un rotulador en la piel, antes de llevar al paciente al quirófano (y normalmente antes de la anestesia, para que el paciente pueda participar). Se trata de una parte fundamental del Protocolo Universal para prevenir la cirugía en lugares erróneos. Sin embargo, la propia marcación puede realizarse incorrectamente o no realizarse en absoluto, lo que puede dar lugar a confusión. En algunos casos, el cirujano simplemente no marcó el lugar o lo hizo por error. En otros, una marca puede ser ambigua (por ejemplo, las iniciales colocadas cerca del lado equivocado del nivel de la columna vertebral) o un miembro del personal puede preparar (limpiar y cubrir) al paciente de forma que se borre u oculte la marca. Incluso se han dado casos en los que se ha marcado un "sí" en el lugar correcto, pero no se ha marcado un "no" en el lado opuesto, y un miembro del equipo con menos experiencia ha preparado el lado equivocado por suposición.
La cultura de la seguridad desempeña un papel importante. A principios de la década de 2000, tras múltiples cirugías en sitios erróneos en especialidades como la ortopedia, las organizaciones profesionales lanzaron las campañas "Firme su sitio". La idea era convertir la señalización del lugar en un hábito estándar: el cirujano debe marcar personalmente el lugar de la cirugía (a menudo con sus iniciales o un indicador de sí/no) mientras está con el paciente, e implicar al paciente para que lo confirme. Esta práctica ha reducido enormemente los errores, pero sólo cuando se hace de forma sistemática y correcta. Si no se marca el lugar de la intervención, o si la persona que lo hace se basa en una documentación incorrecta sin realizar una segunda comprobación, se pierde esa capa de seguridad.
Por ejemplo, supongamos que un paciente debe ser operado de la mano izquierda. Un protocolo adecuado significa que el cirujano debe comprobarlo con el paciente y marcar "SÍ" en la mano izquierda (y quizá "NO" en la derecha). Si el cirujano (o un ayudante) se salta esto y la información izquierda/derecha es incorrecta en la historia clínica, la intervención podría realizarse en el lado equivocado porque no hay ninguna corrección visible en el cuerpo del paciente que llame la atención del equipo de quirófano. En resumen, no marcar el sitio o cometer errores al hacerlo ha sido un factor en muchas cirugías en sitios equivocados. Es un paso sencillo que puede ser increíblemente eficaz en la prevención, pero requiere diligencia cada vez.
Fallos del procedimiento de tiempo de espera
El "tiempo muerto" es un último punto de control crítico que se produce en el quirófano justo antes de la incisión. Se supone que toda la actividad se detiene mientras el equipo quirúrgico confirma verbalmente la identidad del paciente, el procedimiento y el lugar una vez más (a menudo haciendo referencia al formulario de consentimiento, al lugar marcado en el paciente y a los historiales médicos). Un tiempo de espera adecuado significa que todos, cirujano, anestesista y enfermeras, se concentran y están de acuerdo: "Éste es [nombre del paciente], vamos a realizar [procedimiento X] en [sitio Y]". Este paso lo exigen explícitamente las normas(Protocolo Universal de la Comisión Conjunta) para detectar cualquier discrepancia en el último momento. Desgraciadamente, si el tiempo de espera es apresurado, incompleto o tratado como una mera formalidad, puede fracasar a la hora de evitar un error en el sitio equivocado.
Entre los fallos más comunes del tiempo de espera se incluyen situaciones como: que el equipo siga con los movimientos sin detenerse realmente (por ejemplo, continuar colocando al paciente o preparando el instrumental mientras se murmura el tiempo de espera), no implicar a todos los miembros del equipo o no permitir que nadie hable, o basarse en documentos incorrectos durante el tiempo de espera. Por ejemplo, si la enfermera circulante lee en voz alta "La paciente es Jane Doe, aquí para cirugía del lado izquierdo" porque así lo dice la documentación, pero la paciente en la mesa es en realidad Joan Roe, que necesitaba cirugía en el lado derecho, un equipo distraído podría no darse cuenta de la confusión. En una famosa serie de incidentes en un hospital, se produjeron operaciones cerebrales en el lado equivocado en parte porque los equipos quirúrgicos no realizaron una pausa significativa, estaban en "piloto automático" y asumieron que otra persona verificaba los detalles, incluso cuando una pizarra en el quirófano tenía información contradictoria. Es fácil imaginar cómo, en un quirófano atareado, un tiempo de espera podría tratarse como una simple casilla que marcar. Si alguien del equipo tiene una preocupación pero no se siente capacitado para expresarla, el propósito del tiempo de espera queda anulado.
Las causas profundas de la cirugía en sitios erróneos suelen mostrar problemas de tiempo muerto. En un análisis, el incumplimiento de los protocolos establecidos (como el tiempo de espera) contribuyó en más del 80% de los casos estudiados. Se supone que el tiempo de espera es la última barrera de seguridad, un momento en el que puede aclararse cualquier confusión persistente. Cuando esa barrera no está bien colocada, por ejemplo, cuando la marca de la zona quirúrgica está cubierta por las sábanas y nadie vuelve a comprobarla durante el tiempo de espera, o cuando el equipo se salta la lectura en voz alta del nombre del paciente porque cree que es obvio, puede producirse un error incluso segundos antes del primer corte. En resumen, la mayoría de las cirugías en sitios erróneos implican un fallo en el proceso de tiempo muerto, lo que convierte lo que debería ser la última oportunidad de evitar un desastre en una oportunidad perdida.
Fallos de comunicación en el equipo de quirófano
Los fallos de comunicación son un hilo conductor de todos los puntos anteriores. La cirugía es un trabajo de equipo, y la prevención de errores requiere que todos los miembros del equipo -cirujanos, enfermeras, anestesistas, técnicos- se comuniquen de forma clara y asertiva. Muchos incidentes con pacientes o sitios erróneos implican que alguien tiene dudas o nota una discrepancia, pero no la expresa o es ignorado. Por ejemplo, una enfermera puede preguntar: "¿Hemos confirmado el lado? El consentimiento dice rodilla derecha, pero yo creía que el paciente había dicho izquierda...", y si la respuesta es "No pasa nada, vamos según lo previsto, sigamos adelante", se trata de un fallo de comunicación. En otros casos, se da por supuesta una comunicación que en realidad nunca se produjo cada persona pensó que otra había verificado el lugar. La jerarquía quirúrgica ha dificultado históricamente que, por ejemplo, un técnico o una enfermera detuvieran un procedimiento, pero las iniciativas de seguridad del paciente fomentan ahora la cultura de "hablar en nombre de la seguridad" precisamente para evitar esta dinámica.
Los estudios sobre errores en la colocación de los implantes revelan sistemáticamente que los problemas de comunicación son la causa principal. Como se ha señalado, alrededor del 70% de las cirugías en sitios erróneos tuvieron como causa principal fallos de comunicación. Puede tratarse de una falta de comunicación durante la reserva inicial, durante el traspaso de la clínica al equipo quirúrgico o entre los miembros del equipo de quirófano. Incluso las barreras lingüísticas o los errores de traducción con el paciente pueden influir (imaginemos a un paciente con conocimientos limitados de inglés que acepta algo que no ha entendido). Un ejemplo trágico ocurrió cuando un equipo tenía la información correcta escrita en una pizarra en el quirófano, pero otro documento tenía información antigua incorrecta; los miembros del equipo se basaron cada uno en fuentes diferentes y no se comunicaron eficazmente para conciliarlas, lo que llevó a una cirugía en el nivel espinal equivocado.
En entornos de ritmo rápido o alta presión, el riesgo aumenta. Los datos del bufete de abogados señalan que las prisas y la presión por actuar con rapidez en hospitales de gran volumen son un factor de estos errores. Las prisas tienden a erosionar la comunicación clara. Un cirujano con prisas puede acortar el tiempo de espera; un programador puede no comprobar dos veces un detalle con las prisas por reservar casos. El cansancio y las largas jornadas de trabajo también pueden afectar a la comunicación: después de un largo día, un equipo puede ser menos perspicaz a la hora de verificar los detalles. Los fallos de comunicación también pueden tener que ver con la tecnología, por ejemplo, si una historia clínica electrónica sobrescribe una corrección o si varios sistemas (software de programación quirúrgica frente a historias clínicas de pacientes) no están sincronizados y nadie comunica las diferencias.
Por ejemplo, si varios cirujanos realizan varias intervenciones en el mismo paciente (o en distintos pacientes en salas contiguas). Si no se comunican claramente, por ejemplo, qué zona va a tratar primero cada uno, puede haber confusiones (ha ocurrido en casos como el de un cirujano que ha empezado por la parte equivocada porque pensaba que otro cirujano estaba tratando la otra). O, si un cirujano atiende una llamada telefónica en mitad de la intervención y regresa sin una revisión adecuada, se rompen las líneas de comunicación. Las situaciones varían, pero la pauta es clara: cuando se interrumpe la comunicación en equipo, fallan los controles de seguridad. Cada persona del quirófano puede tener una parte del rompecabezas, pero si no comparten sus preocupaciones y verifican juntos, un error en el sitio equivocado puede pasar desapercibido hasta que sea demasiado tarde.
Un "queso suizo" de fracasos
Los expertos suelen describir estos incidentes utilizando el "modelo de queso suizo" del error: hay muchas capas de defensa (comprobaciones de programación, verificación preoperatoria, marcado del lugar, tiempo de espera, etc.), cada una de las cuales tiene pequeños agujeros de fallo potencial. Suele ser necesario que los agujeros se alineen en una cascada de varias cosas que van mal para que una cirugía en un lugar equivocado llegue realmente al paciente. En el caso de Willie King, las investigaciones descubrieron al menos siete fallos de proceso distintos, desde la programación errónea hasta la no detección del error en el preoperatorio, pasando por la preparación y el vendaje de la pierna equivocada, todo ello alineado para permitir la amputación de la pierna equivocada. Si se hubiera detectado alguno de esos fallos (por ejemplo, si una enfermera hubiera cuestionado la ausencia de una marca en el lugar de la intervención o si se hubiera comparado una vez más el historial del paciente con el consentimiento), se podría haber evitado el desastre. Del mismo modo, en las intervenciones quirúrgicas a pacientes equivocados pueden haberse perdido varias oportunidades (por ejemplo, dos pacientes tenían el mismo apellido, una enfermera cogió el expediente equivocado, el paciente estaba demasiado sedado para alertar a nadie y no se hizo una comprobación final de la identidad).
En resumen, las cirugías en el lugar equivocado y con el paciente equivocado se producen cuando fallan simultáneamente múltiples medidas de seguridad. Las causas suelen ser una combinación de errores administrativos, fallos humanos (a menudo debidos al cansancio o a las prisas), incumplimiento de protocolos y fallos de comunicación. Si entendemos en qué puntos del proceso pueden fallar la programación, la verificación, la marcación, el tiempo de espera y el trabajo en equipo, podremos apreciar por qué estos casos son tan claros en términos de error: no se trata de un único desliz, sino de una cadena de negligencias que conducen a un resultado inimaginablemente erróneo. Los hospitales forman continuamente al personal en estas cuestiones, utilizando herramientas como las listas de comprobación de la seguridad quirúrgica para cerrar todas las brechas. De hecho, la lista de comprobación de seguridad quirúrgica de la Organización Mundial de la Salud y el Protocolo Universal de la Comisión Conjunta existen precisamente para prevenir estos errores. A continuación se muestra un ejemplo de lista de comprobación quirúrgica que se utiliza en los quirófanos para garantizar que se verifica cada paso:
Ejemplo de una lista de comprobación quirúrgica "Time Out" en un quirófano, en la que se enumeran los puntos críticos (paciente correcto, procedimiento, lugar, etc.) que el equipo debe confirmar verbalmente antes de la incisión. Estas herramientas visuales están diseñadas para evitar intervenciones quirúrgicas en lugares erróneos, asegurándose de que no se pasa por alto ningún detalle.
A pesar de estas salvaguardias, cuando el sistema falla, los pacientes pagan el precio. A continuación analizaremos algunos casos reales de cirugía en lugares equivocados para ver el impacto humano y las consecuencias de estos errores.
Casos reales de cirugía in situ errónea y sus consecuencias
Las intervenciones quirúrgicas en lugares equivocados han dado lugar a algunos de los casos de negligencia médica más notorios de los que se tiene constancia. Estos ejemplos reales ponen de relieve lo devastador e inaceptable que es este tipo de error. A continuación se exponen un par de casos notables, entre ellos uno de Florida, y lo que ocurrió tras ellos:
Amputación de pierna equivocada (Willie King, Florida): Uno de los casos más infames de cirugía en lugar equivocado ocurrió en 1995 en Tampa, Florida. A Willie King, un paciente diabético de 51 años, le tenían que amputar su pie izquierdo enfermo debido a una enfermedad circulatoria. En un terrible giro de los acontecimientos, el cirujano amputó por error la pierna derecha sana del Sr. King. Cuando el equipo quirúrgico se dio cuenta del error, ya era demasiado tarde para volver a amputar la pierna. Este caso saltó a los titulares nacionales y se convirtió en un símbolo de los fallos de seguridad en los quirófanos. Las consecuencias fueron graves: al cirujano, el Dr. Rolando Sánchez, se le suspendió la licencia médica durante 6 meses y el estado le impuso una multa de 10.000 dólares. El hospital (University Community Hospital de Tampa) y el cirujano tuvieron que hacer frente a demandas por negligencia y acabaron pagando un total de 1,15 millones de dólares en indemnizaciones al Sr. King (el hospital pagó 900.000 dólares y el cirujano 250.000). Las investigaciones revelaron una "cadena de errores", entre ellos un error de programación que llevó a preparar la pierna equivocada y múltiples oportunidades perdidas para detectar el error.
El incidente fue tan atroz que provocó cambios en el procedimiento y se citó en informes sobre seguridad del paciente (incluso se menciona en el famoso informe "To Err is Human" sobre errores médicos). A Willie King, las consecuencias personales le cambiaron la vida: no sólo perdió la pierna equivocada, sino que al final necesitó la operación correcta en la pierna izquierda, lo que le dejó sin ninguna de las dos extremidades. El caso también tuvo repercusiones para el hospital: los organismos reguladores llevaron a cabo una investigación federal y se prohibieron temporalmente las operaciones optativas por motivos de seguridad. En resumen, esta intervención quirúrgica en el lugar equivocado provocó una discapacidad permanente al paciente, sanciones económicas a los proveedores y un ojo morado para el sistema sanitario de Florida que impulsó reformas.
Extirpación de un órgano equivocado (caso del Panhandle de Florida): Un caso más reciente ocurrido en Florida (hacia 2023) en el Ascension Sacred Heart Hospital de Miramar Beach conmocionó a la comunidad médica cuando un cirujano extirpó un órgano equivocado, lo que provocó la muerte de un paciente. Según las noticias, se suponía que al paciente se le iba a extirpar el bazo, pero el equipo quirúrgico le extirpó por error el riñón o una porción del hígado (las versiones variaban, pero un informe decía hígado). La extirpación de un órgano equivocado, sobre todo uno vital, tuvo consecuencias nefastas: el paciente no sobrevivió. Este tipo de error combina elementos de localización y procedimiento erróneos (operar en la parte equivocada del abdomen y extirpar el órgano equivocado). Las secuelas de un caso de este tipo suelen incluir la autodenuncia del hospital a las autoridades estatales, la inmediata revisión por pares y, probablemente, una demanda por negligencia por parte de la familia del paciente. Aunque en el momento de escribir estas líneas no se han hecho públicos los resultados jurídicos concretos de este caso, cabe prever una importante responsabilidad.
En Florida, un error con resultado de muerte puede dar lugar a una demanda por homicidio culposo por negligencia (aunque la ley de Florida sobre homicidio culposo por negligencia tiene algunas limitaciones en cuanto a los familiares que pueden reclamar una indemnización, sin duda se aplicaría en este caso). Más allá de la demanda, este caso atrajo la atención de los medios de comunicación y probablemente dio lugar a una investigación por parte del Departamento de Salud de Florida. Los cirujanos y el personal implicado serían objeto de examen y, si se demuestra que hubo negligencia grave, podrían ser objeto de medidas disciplinarias. Este trágico incidente pone de relieve que los errores de lugar o procedimiento no son sólo anomalías históricas, sino que siguen produciéndose incluso en hospitales modernos y acreditados, lo que refuerza la necesidad de vigilancia.
Cirugía cerebral en lugar equivocado (incidentes en el Hospital de Rhode Island): (Fuera de Florida, pero notable a nivel nacional) El Hospital de Rhode Island tuvo una serie muy publicitada de cirugías cerebrales en lugares equivocados a mediados de la década de 2000. En un caso, un paciente anciano fue sometido a una neurocirugía en el lado equivocado de la cabeza. En otro, el neurocirujano operó la parte equivocada del cerebro. Estos incidentes se produjeron a pesar de la existencia de políticas; en un caso, el jefe de residentes inició el procedimiento antes de que el cirujano a cargo hubiera realizado un tiempo de espera adecuado.
Las consecuencias fueron multas elevadas (el Estado impuso al hospital una multa de 50.000 dólares por un incidente), la disculpa pública del director general del hospital y la obligación de la institución de aplicar nuevos y estrictos protocolos de seguridad. Los cirujanos implicados fueron amonestados y a uno de ellos se le suspendieron temporalmente sus privilegios. Estos casos se convirtieron en estudios de casos de formación en seguridad, ilustrando cómo incluso especialistas altamente cualificados pueden cometer errores graves si fallan la comunicación y los controles. También demuestran que los organismos reguladores (e incluso las autoridades penales en casos excepcionales) pueden intervenir en algunos estados, ya que operar a un paciente o una parte del cuerpo equivocados debe notificarse y puede acarrear sanciones que van más allá de las demandas civiles.
Cada uno de estos ejemplos, ya sea en Florida o en cualquier otro lugar, pone de relieve algunos puntos clave: (1) El daño a los pacientes es a menudo permanente y altera la vida (pérdida de miembros, daños en los órganos, incluso la muerte). (2) Tales errores casi siempre dan lugar a una demanda por negligencia que es fuerte para el paciente los hospitales a menudo se resuelven rápidamente porque hay poca defensa para lo indefendible. Por ejemplo, en el caso de Willie King, el hospital negoció con bastante rapidez un acuerdo en lugar de enfrentarse a un jurado, ya que éste probablemente se escandalizaría por la negligencia. (3) Los errores de ubicación provocan un escrutinio normativo La Agencia para la Administración de la Atención Sanitaria (AHCA) y el Departamento de Salud de Florida supervisan estos incidentes. De hecho, la legislación de Florida exige que si se presenta una demanda por negligencia profesional por un incidente de este tipo, la denuncia debe enviarse al Departamento de Salud y a la AHCA para su revisión. Esto a menudo conduce a investigaciones separadas sobre las licencias de los proveedores y las prácticas del centro. (4) Los proveedores de asistencia sanitaria pueden enfrentarse a la suspensión o revocación de licencias disciplinarias profesionales, multas, formación obligatoria en materia de seguridad, etc., además del pago de daños y perjuicios. En casos atroces, la reputación de un cirujano se ve gravemente dañada (el Dr. Sánchez del caso de la pierna equivocada será conocido para siempre por ese error).
Para los pacientes y sus familias, escuchar estas historias es aleccionador. Pero también es importante saber que el sistema legal trata estos errores con la seriedad que merecen. En la siguiente sección, discutiremos cómo la ley en Florida trata la negligencia quirúrgica en el lugar equivocado, incluyendo presunciones legales especiales que en realidad hacen que sea más fácil para los pacientes probar la negligencia en estos escenarios.
Presunción Legal de Negligencia en Casos de Cirugía en Sitio Equivocado (Ley de Florida)
Cuando un cirujano opera en el sitio equivocado o al paciente equivocado, es una violación tan clara de la atención que la ley de Florida esencialmente presume que el proveedor fue negligente. Normalmente, en un caso de negligencia médica, el paciente (demandante) tiene la carga de demostrar que el proveedor de asistencia sanitaria incumplió la norma profesional de atención. Sin embargo, Florida cuenta con una norma especial, una especie de res ipsa loquitur incorporado, para errores quirúrgicos atroces que desplaza la carga a favor del paciente cuando se producen determinados supuestos.
El artículo 766.102(3)(b) de los Estatutos de Florida crea una presunción de negligencia en los casos en que se encuentra un objeto extraño en el interior de un paciente quirúrgico tras una intervención quirúrgica. La ley establece que el hallazgo de un cuerpo extraño (como una esponja, una pinza, un instrumento quirúrgico, etc.) en un paciente constituye una prueba prima facie de negligencia por parte del profesional sanitario. "En la práctica, la carga de la prueba recae en el demandado, que debe demostrar que no fue negligente. En otras palabras, en lugar de que el paciente tenga que demostrar que el cirujano se equivocó, el cirujano debe demostrar que no se equivocó (una tarea difícil cuando se cose una esponja dentro de alguien).
Aunque el estatuto menciona explícitamente los objetos extraños, las cirugías en el lugar equivocado, el procedimiento equivocado y el paciente equivocado se consideran en general de la misma manera: son "sucesos nunca ocurridos" que hablan por sí mismos como negligencia. Ningún cirujano competente, siguiendo las normas de cuidado, amputaría el miembro equivocado u operaría a la persona equivocada. Por lo tanto, aunque no se especifique palabra por palabra en la ley, en la práctica una intervención quirúrgica en el lugar equivocado se considerará una negligencia indiscutible. Las instrucciones del jurado de Florida para casos de mala praxis permiten inferir negligencia en este tipo de casos, al igual que ocurre con los objetos extraños. El Tribunal Supremo de Florida ha reforzado esto en casos como Dockswell v. Bethesda Memorial Hospital (2017), donde se dejó una esponja en un paciente: el Tribunal dejó claro que cuando se produce un error de este tipo, la carga se desplaza al acusado para demostrar la falta de negligencia. Por analogía, una cirugía en un sitio equivocado se manejaría de manera similar es el tipo de error que no ocurre sin negligencia.
Para un paciente lesionado, esta presunción es poderosa. Significa que usted no tiene que demostrar exactamente cómo el médico fue negligente; sólo tiene que demostrar que el error de lugar equivocado/paciente equivocado ocurrió bajo su cuidado. Si usted demuestra que fue operado en el lugar equivocado o de una operación destinada a otra persona, ese hecho por sí mismo establece la negligencia del cirujano, a menos que éste pueda refutar de algún modo la presunción. Y francamente, ¿qué podrían argumentar? Es difícil imaginar un escenario en el que un médico pueda demostrar que una operación a un paciente equivocado no se debió a una negligencia ("operé a la persona equivocada, pero de algún modo se hizo con cuidado"? no). La ley lo reconoce, así que les pone en la tesitura de defender lo indefendible.
Desglosemos lo que el demandante (paciente) debe demostrar en un caso de mala praxis frente a un caso normal de mala praxis. Normalmente, un demandante debe demostrar (1) la norma de cuidado, (2) que el proveedor se desvió de esa norma, y (3) que causó la lesión, por lo general a través del testimonio de expertos. En una intervención quirúrgica en el lugar equivocado, la norma de cuidado es tan obvia y universalmente aceptada (por ejemplo, operar en la parte correcta del cuerpo, verificar el paciente y el procedimiento) que no se necesita un experto para explicar que se incumplió todo el mundo sabe que es un incumplimiento. La ley de Florida reconoce judicialmente que se trata de negligencia. Así que, como demandante, usted necesita probar principalmente:
- Que se ha producido un error en el lugar o el paciente (a través de historiales médicos, testimonios, etc., lo que normalmente no se discute, los historiales mostrarán la cirugía o el lugar erróneos). - Que el demandado fue responsable (usted demostraría que el Dr. X realizó la intervención quirúrgica, o que el equipo quirúrgico del Hospital Y lo hizo, vinculando básicamente la negligencia al proveedor). - Que usted ha sufrido daños y perjuicios (que pueden ser lesiones físicas, intervenciones quirúrgicas adicionales, pérdida de funciones, dolor y sufrimiento, etc., como consecuencia de una operación incorrecta).
Una vez demostrados esos aspectos básicos, la carga de la prueba se desplaza al médico o al hospital para demostrar que no fueron negligentes, lo cual es extremadamente difícil. Podrían intentar presentar pruebas de que, por ejemplo, se produjo una situación imprevisible o inevitable, pero dada la naturaleza de estos errores, tales defensas son débiles. Se espera que se tomen todas las precauciones posibles para evitar estos errores, por lo que alegar "no fue culpa mía" no suele funcionar.
Cómo pueden defender los hospitales o los cirujanos un error de sitio equivocado
A pesar de que la baraja está en su contra, los profesionales sanitarios (y sus aseguradoras) seguirán defendiéndose en los litigios por negligencia, que es su derecho, y pueden probar varias estrategias:
Culpar a otra parte: Un cirujano puede argumentar que el error se debió a la negligencia de otra persona. Por ejemplo, puede decir que el sistema del hospital falló, que el brazalete del paciente era incorrecto o que el departamento de radiología etiquetó mal una placa de resonancia magnética , lo que llevó a la confusión. O un hospital puede tratar de culpar de todo a un cirujano deshonesto ("Teníamos protocolos, pero el Dr. X no los siguió"). En Florida, los hospitales a veces pueden evitar la responsabilidad si un cirujano no es un empleado, sino un médico independiente, sin embargo, los hospitales son a menudo arrastrados a estos casos bajo teorías como la responsabilidad indirecta o tener un deber no delegable de proporcionar una cirugía segura. Por lo general, tanto el cirujano como el hospital son demandados y pueden señalarse mutuamente. En última instancia, desde la perspectiva del paciente, esas luchas internas pueden ser útiles porque está claro que alguien en ese quirófano fue negligente, y la ley responsabilizará a cualquier parte que tuviera una obligación para con usted si no puede demostrar que no tuvo la culpa.
Argumentar que el error fue una equivocación honesta sin daño: A veces la defensa admite el error pero resta importancia a su impacto. Por ejemplo, imaginemos que un cirujano opera en el dedo equivocado, pero se da cuenta inmediatamente y opera también en el dedo correcto en la misma sesión. Podrían argumentar que el paciente acabó con el mismo resultado (ambos dedos arreglados) y sólo una pequeña incisión adicional, por lo que los daños deberían ser mínimos. O si se realiza una cirugía en el lugar equivocado, pero la enfermedad subyacente del paciente significa que ese lugar también necesitaba tratamiento en algún momento (como en un caso en el que se fusionó la vértebra equivocada, pero esa vértebra también tenía degeneración, por lo que no fue un tramo totalmente inútil, pero estos argumentos surgen), la defensa podría alegar que el daño fue menor de lo que parece. Sin embargo, la presunción de negligencia de la ley de Florida no se refiere a la intención o a la honestidad del error, la negligencia no requiere intención. Se trata de un incumplimiento del deber. Así que, aunque puedan utilizar el argumento del "error honesto" para apelar a la simpatía del jurado o para evitar daños punitivos, no les librará de la responsabilidad. Y "no hubo daño" no suele ser cierto, como mínimo, el paciente se sometió a una operación innecesaria, que es un daño en sí mismo (dolor, cicatrices, riesgo de infección, etc.), y a menudo hay daños psicológicos (trauma, problemas de confianza) y costes médicos adicionales.
Refutación de la presunción (circunstancias extraordinarias): En teoría, un demandado podría refutar la presunción de negligencia demostrando que hizo todo lo que cualquier proveedor razonable habría hecho y que, aun así, el error en el lugar equivocado se produjo por alguna causa extraña. Es difícil de concebir, pero un ejemplo podría ser que el paciente tuviera anomalías anatómicas raras y la zona quirúrgica estuviera correctamente identificada, pero una condición inusual hiciera que durante la cirugía pareciera la zona opuesta, aunque parezca exagerado. O si se produjera alguna interferencia intencionada de terceros (imaginemos que alguien intercambiara intencionadamente las etiquetas para perjudicar al paciente, entonces el cirujano podría decir que no fue negligencia, sino sabotaje). Se trata de hipótesis muy improbables. Prácticamente en todos los casos de errores en el lugar de la intervención se incumplieron varias normas de seguridad, lo que significa que para refutar la negligencia habría que refutar todos esos incumplimientos, algo que las pruebas no respaldan. Así pues, en la práctica, los demandados suelen centrarse menos en rebatir la conclusión de negligencia y más en limitar los daños. Puede que admitan su responsabilidad (o que no la impugnen en profundidad), pero discuten sobre el alcance del daño o la indemnización adecuada.
Defensas procesales: Los hospitales y los médicos también pueden utilizar defensas legales que no estén directamente relacionadas con el suceso, como la prescripción (si la demanda no se presentó a tiempo), o argumentar que el caso no fue debidamente preadmitido (más sobre esto en la siguiente sección). Por ejemplo, si un paciente no cumple los requisitos de notificación previa a la demanda de Florida, el demandado podría solicitar la desestimación por ese motivo técnico. También podrían argumentar sobre qué ley se aplica (si, por ejemplo, el paciente era un veterano federal, a veces entran en juego las normas federales, etc.). Esto no niega la negligencia, pero puede afectar a la continuación de la demanda. En Florida, una táctica de defensa es invocar la negligencia comparativa si de alguna manera el paciente contribuyó (raro en estos casos, pero imagínese que un paciente insistió en un determinado lado o se negó a marcar el sitio, incluso entonces, es difícil culpar al paciente por el deber de un cirujano). En general, la "culpa" del paciente en los casos de localización errónea no es un problema, salvo en casos extremadamente inusuales.
La conclusión es que en los casos de cirugía en el lugar equivocado, no hay mucho que un abogado defensor pueda decir a un jurado para excusar el error, por lo que estos casos a menudo conducen a acuerdos o indemnizaciones del jurado para el demandante. La presunción de negligencia pone a médicos y hospitales sobre sus talones desde el principio. El estatuto de Florida refleja incluso la política pública de que tales errores son inexcusables al calificarlos explícitamente de prueba de negligencia. Como paciente que presenta una demanda, esto significa que la ley está de su lado de una manera muy real para estos incidentes.
Vale la pena señalar también: debido a que los errores en el lugar equivocado son tan graves, pueden abrir la puerta a daños punitivos en algunos casos si hay pruebas de negligencia grave o indiferencia deliberada por la seguridad del paciente. La legislación de Florida exige que se demuestre la existencia de mala conducta intencionada o negligencia grave para exigir daños punitivos. La repetición de los mismos errores de seguridad a pesar de las advertencias previas, o un cirujano que muestra indiferencia imprudente (como saltarse el tiempo de espera de forma rutinaria) podría potencialmente cumplir esa norma. No está garantizado que las reclamaciones punitivas en casos médicos sean duras, pero la naturaleza atroz de la cirugía de un paciente equivocado podría convencer a un tribunal para permitir que un jurado considere los daños punitivos. Esta es otra razón por la que los proveedores suelen tratar de resolver estos casos discretamente si es posible.
Ahora que hemos cubierto el aspecto de la responsabilidad, la siguiente sección explica paso a paso cómo debe proceder un paciente en Florida para presentar una demanda por negligencia en una intervención quirúrgica en el lugar equivocado. Florida tiene procedimientos específicos que usted debe seguir, como la investigación previa a la demanda y la notificación, incluso cuando la negligencia parece obvia. Comprender ese proceso le ayudará a saber qué esperar si decide emprender acciones legales.
Cómo presentar una demanda por negligencia quirúrgica en el lugar equivocado en Florida: Paso a Paso
Florida cuenta con un detallado proceso previo a la demanda para las reclamaciones por negligencia médica, diseñado para fomentar los acuerdos y eliminar los casos frívolos antes de que se presente formalmente una demanda ante el tribunal. Incluso en una situación clara de cirugía en el lugar equivocado, debe seguir estos pasos. He aquí un resumen de cómo procedería una reclamación típica:
Consulta y evaluación del caso: En primer lugar, el paciente lesionado (o su familia) suele consultar con un abogado especializado en negligencias médicas. Aunque técnicamente se puede presentar una demanda sin abogado, los casos de negligencia, incluso los más obvios, son complejos. Un abogado le ayudará a obtener todos los historiales médicos pertinentes y a evaluar los hechos. También puede obtener una opinión inicial de un experto médico (como un cirujano del mismo campo) para confirmar que se ha producido una infracción. Ante un error en el lugar equivocado, cualquier profesional médico competente reconocerá que se trata de una infracción de la norma de atención.
Investigación previa a la demanda y declaración jurada pericial: La ley de Florida exige que el demandante lleve a cabo una investigación previa a la demanda y obtenga un dictamen pericial médico verificado por escrito que respalde la reclamación antes de presentar la demanda. En la práctica, esto significa que su abogado contratará a un experto médico cualificado (a menudo un cirujano de la misma especialidad) para revisar los registros. Si el perito está de acuerdo en que hubo negligencia (lo que en un caso de localización errónea es casi seguro), presentará una declaración jurada en la que certifique que existen motivos razonables para creer que el profesional sanitario incumplió las normas de asistencia y causó lesiones. Esta certificación pericial debe estar en mano en el momento en que se envíe una notificación formal de reclamación. El estatuto de Florida § 766.203(2) ordena específicamente este paso que es esencialmente una pantalla de mérito temprana para demostrar que su caso no es frívolo. En un caso de sitio equivocado, no debería haber ningún problema para encontrar un experto que corrobore la negligencia (los hechos hablan por sí mismos, y muchos expertos serán bastante críticos de tal lapsus).
Notificación de intención de demandar: Armado con el dictamen corroborador del perito, su abogado preparará una Notificación de intención de iniciar un litigio por negligencia médica. Esta notificación es básicamente una carta dirigida a cada posible demandado (el cirujano, el hospital y cualquier otro proveedor implicado) en la que se indica su intención de presentar una demanda por negligencia. Debe incluir alguna información como una descripción de la reclamación y las lesiones, y debe adjuntar la declaración jurada del perito médico. Según el artículo 766.106 de los Estatutos de Florida, esta notificación debe enviarse antes de poder presentar una demanda, y debe entregarse por correo certificado o un medio verificable similar. Una vez que la notificación se envía por correo/entrega, se desencadena un período previo a la demanda de 90 días (esencialmente un período de espera) durante el cual usted no puede presentar la demanda propiamente dicha.
Período previo a la demanda de 90 días (investigación y respuesta): Después de que los demandados reciben su notificación, la ley de Florida les da 90 días para investigar la reclamación antes de que usted pueda demandar. Durante este período de 90 días previo a la demanda, el médico/hospital (y sus compañías de seguros de mala praxis) revisarán los detalles de la reclamación. Es posible que le pidan su historial médico (usted suele entregar una autorización con la notificación para que puedan obtener los historiales) e incluso pueden pedirle una entrevista o declaración informal, o que le examine otro médico si procede (en el caso de una lesión quirúrgica en el lugar equivocado, es posible que quieran que un médico evalúe su estado). Se espera que ambas partes actúen de buena fe y cooperen con las solicitudes razonables, y la defensa debe evaluar activamente lo que salió mal. El Estatuto de Florida § 766.106(3) establece que durante este periodo, el hospital/aseguradora debe hacer revisar el caso por un experto propio. Ninguna demanda puede ser presentada en este plazo el reloj está esencialmente en pausa (y el plazo de prescripción se suspende, lo que significa que no se ejecuta durante estos 90 días).
Hacia el final de los 90 días, cada posible demandado debe responder a su demanda. Por ley, su respuesta puede ser una de estas tres cosas:
- Rechazo de la reclamación: básicamente negar la responsabilidad y negarse a llegar a un acuerdo.
- Oferta de conciliación: oferta para resolver monetariamente la reclamación.
- Oferta de arbitraje: una oferta para ir a un arbitraje vinculante sobre los daños solamente, en el que admiten la responsabilidad, pero quieren arbitrar cuánto pagar. (Esto es relativamente raro y viene con ciertos límites en los daños si se acepta; arbitraje en Florida med mal es un tema complejo, pero saben que es una opción que tienen que limitar las indemnizaciones del jurado).
Si el demandado (o la aseguradora) no responde en un plazo de 90 días, la ley lo considera un rechazo por defecto de la demanda. Por lo tanto, en el plazo de 90 días, debería recibir una denegación, una oferta u, ocasionalmente, una admisión con oferta de arbitraje. En un caso de emplazamiento incorrecto, no se sorprenda si la aseguradora presenta una oferta de acuerdo durante este periodo. Dada la clara responsabilidad, podrían intentar llegar a un acuerdo antes del litigio para ahorrar costes. Por supuesto, la oferta puede o no ser adecuada desde su punto de vista, algo que debe discutir con su abogado. Si deniegan la reclamación incluso en un caso obvio, es probable que estén impugnando la cuantía de los daños o esperando que usted no siga adelante. A veces, incluso cuando la culpa es obvia, puede haber peleas sobre los daños (especialmente si la lesión es grave y el pago potencial sería alto, las aseguradoras a veces se niegan o rebajan y te hacen litigar para demostrar el alcance del daño).
Presentar la demanda: Una vez que el período de 90 días ha terminado (o antes, si usted recibe una respuesta como un rechazo antes de los 90 días y las partes acuerdan poner fin a la espera antes de tiempo), usted es libre de presentar una demanda ante los tribunales. Usted presenta una Demanda en el tribunal de circuito de Florida correspondiente, alegando negligencia médica y exponiendo sus alegaciones (el lugar equivocado de la cirugía, las lesiones, etc.). Tenga en cuenta que aún debe estar dentro del plazo de prescripción (SOL) para presentar la demanda. La ley de prescripción médica de Florida es generalmente de 2 años a partir de cuando usted supo o debería haber sabido de la lesión (y no más de 4 años a partir de cuando se produjo la negligencia, que es el estatuto de reposo, en la mayoría de los casos). Una intervención quirúrgica en un lugar inadecuado es inmediatamente aparente, por lo que el plazo suele comenzar en la fecha de la intervención o poco después (cuando usted la descubre). El plazo de 90 días previo a la demanda pone en pausa el reloj de la prescripción. Una vez transcurrido el periodo previo a la demanda, dispone de 60 días o el tiempo restante del periodo de prescripción, el que sea mayor, para presentar la demanda. Esto garantiza que dispondrá de al menos 60 días, incluso si el plazo de prescripción hubiera expirado durante la fase previa a la demanda. En la práctica, la mayoría de la gente presenta la demanda mucho antes de que venza el plazo.
Cuando presente la demanda, adjuntará un certificado que acredite que ha cumplido los requisitos previos a la demanda y que ha contado con un perito que lo corrobore, etc. La demanda se notificará a los demandados. En este punto, se procede como un litigio civil normal. En particular, cualquier oferta de arbitraje o acuerdo que no haya sido aceptada en la fase previa a la demanda queda descartada, a menos que se vuelva a ofrecer ahora que es el momento de litigar.
Litigio y resolución: Tras la presentación de la demanda, el caso entra en la fase de presentación de pruebas. Cada parte puede solicitar documentos, tomar declaración a testigos (incluidos usted, los cirujanos, las enfermeras, el personal del hospital y los peritos). Aunque la responsabilidad pueda parecer obvia, la defensa ahondará en los detalles; por ejemplo, podría explorar si otras causas contribuyeron a los daños (como una enfermedad subyacente) o tratar de encontrar algo que reduzca su culpabilidad. Usted todavía normalmente necesita al menos un testigo experto (probablemente el mismo que dio la declaración jurada previa a la demanda) para testificar sobre la negligencia y la causalidad, porque la ley de Florida requiere el testimonio de expertos para establecer el estándar de cuidado en la corte, aunque en un caso de sitio equivocado el trabajo del experto es sobre todo para decir "Esto es una violación, y punto." La defensa también puede contratar a su propio experto, aunque puede ser incómodo para un experto de la defensa testificar que una cirugía en el lugar equivocado no fue negligente de alguna manera, en su lugar podrían centrarse en minimizar el impacto u opinar que las lesiones no son tan graves como se afirma.
Durante el litigio, es probable que haya una mediación (una conferencia para llegar a un acuerdo) en algún momento, ya que los tribunales de Florida exigen la mediación en los casos civiles. Muchos casos de mala praxis se resuelven antes del juicio, especialmente los casos claros. Si se llega a un acuerdo, el caso termina con un acuerdo sobre la indemnización, a menudo con cláusulas de confidencialidad. Si no se llega a un acuerdo, el caso pasa a juicio. En el juicio, debido a los hechos, usted estaría en una posición fuerte esencialmente mostrando al jurado que "operaron en la [parte del cuerpo/paciente] equivocada" y discutiendo sus lesiones. La defensa podría admitir el error pero discutir sobre los daños o sugerir que fue un error humano aislado que no merece un castigo enorme. Sin embargo, los jurados tienden a ser muy comprensivos con los demandantes en estos casos, y las indemnizaciones pueden ser significativas (teniendo en cuenta las leyes de Florida sobre daños y perjuicios: Florida tenía límites en los daños no económicos en los casos de daños médicos, pero esos límites para lesiones personales fueron anulados por el Tribunal Supremo de Florida, por lo que ahora usted puede recuperar la totalidad de las pérdidas económicas y lo que el jurado determine por dolor y sufrimiento, etc., sujeto a la razonabilidad general y a cualquier reducción por negligencia comparativa, que probablemente no se apliquen aquí). Si ganas el juicio, el demandado puede apelar, pero, una vez más, ¿sobre qué podrían apelar? A menudo estos casos no llegan tan lejos debido a la ya mencionada presunción de negligencia y clara responsabilidad.
A lo largo de este proceso, es importante que usted, como paciente, se mantenga en estrecho contacto con su abogado, lleve un registro de todo (incluidos los tratamientos médicos adicionales que necesitó a causa del error, el asesoramiento psicológico si lo necesitó, los gastos de su bolsillo, etc.) y siga todas las instrucciones legales (por ejemplo, asistir a un panel de evaluación previa a la demanda si se solicita, o a un examen médico si la defensa invoca ese derecho La ley de Florida permite a la defensa que su médico le examine en un caso de negligencia, lo que se conoce como "IME"). Estos pasos pueden parecer onerosos, pero están diseñados para conducir a una resolución justa, ya sea por acuerdo o veredicto.
Recuerde, el sistema de Florida es un poco prolongado debido a la fase previa a la demanda, pero la ventaja en un caso de sitio equivocado es que una vez que usted consigue a través de esos aros, la responsabilidad suele ser clara. Esto hace que las fases posteriores sean más suaves, ya que se puede estar luchando más sobre cuánto se debe pagar que sobre si el proveedor tuvo la culpa.
En qué se diferencian las reclamaciones por cirugía en el lugar equivocado de otros casos de mala praxis
Los casos de cirugía en el lugar equivocado y de paciente equivocado ocupan un lugar único en la ley de negligencia médica debido a la obviedad y gravedad del error. A continuación se exponen algunas de las principales diferencias entre estos casos y un caso "típico" de negligencia (como un diagnóstico erróneo o una complicación quirúrgica):
La negligencia está clara (a menudo se presume): En la mayoría de los casos de negligencia médica, la gran batalla es si el médico fue realmente negligente. Los jurados a menudo tienen que analizar complejos testimonios sobre cuál era el nivel de atención y si las decisiones del médico eran razonables. En un caso de cirugía en el lugar equivocado, no hay tal debate: operar la parte del cuerpo equivocada está inequívocamente por debajo del estándar de cuidado. Como se discutió, la ley de Florida presume negligencia en estos escenarios de "nunca evento". Esto significa que usted no está gastando tiempo y dinero tratando de convencer a un jurado que el médico metió la pata es básicamente dado por sentado. El enfoque se desplaza a cómo y por qué sucedió, y lo mal que se lastimó, en lugar de si se trataba de negligencia. Esto a menudo hace que el caso sea más sencillo y a veces más rápido de resolver (la responsabilidad puede incluso ser admitida por la defensa, simplificando el juicio a sólo daños y perjuicios).
Postura de acuerdo más fuerte para el demandante: Debido a la clara responsabilidad, los demandados en casos de errores en el lugar de la intervención suelen estar más inclinados a llegar a un acuerdo y evitar un juicio público. Los hospitales y las aseguradoras saben que los jurados podrían sentirse muy indignados por estos errores Los jurados también son personas, y podrían pensar "¡podría haber sido yo!", lo que puede dar lugar a veredictos abultados. Por lo tanto, como demandante, a menudo tiene más influencia en las negociaciones para llegar a un acuerdo. En muchos casos ordinarios de mala praxis, la defensa cree que tiene muchas posibilidades de ganar (de hecho, los demandados por mala praxis ganan la mayoría de los juicios por mala praxis médica). Pero en un caso de localización errónea, es probable que la defensa no evalúe "si perdemos", sino "cuánto perderemos". Esto puede dar lugar a ofertas de acuerdo más tempranas y más elevadas. Dicho esto, las aseguradoras seguirán intentando minimizar el pago, pero el cálculo del riesgo es diferente; es posible que quieran controlar el resultado mediante un acuerdo en lugar de jugársela a la simpatía del jurado.
Centrarse en los daños y la causalidad: Un área que sigue recibiendo atención en los casos de lugar equivocado es probar el alcance de los daños y que los daños se derivan del incidente. Por ejemplo, si un paciente tenía problemas subyacentes, la defensa podría argumentar que parte de la discapacidad era preexistente. O si la intervención quirúrgica incorrecta causó una complicación, podrían alegar que la complicación podría haberse producido incluso en la intervención quirúrgica correcta (aunque eso no excusa la intervención quirúrgica incorrecta, pueden utilizarlo para decir que no todos los problemas que tiene el paciente se deben al error en el lugar incorrecto). Sin embargo, a diferencia de un caso típico en el que la causalidad puede ser muy discutida (como argumentar que el cáncer de un paciente se habría extendido a pesar de un diagnóstico tardío), en los casos de localización errónea la causalidad suele ser directa: de no haber sido por la negligencia, no se habría producido esta lesión adicional (como la pérdida de un miembro u órgano o un procedimiento innecesario). Aun así, espere que la defensa peine su historial médico para ver si tenía alguna afección en la parte del cuerpo tratada erróneamente, pueden decir "bueno, esa rodilla tenía artritis de todos modos" para reducir las reclamaciones por daños y perjuicios. En resumen, las peleas en estos casos, si las hay, suelen girar en torno a la cuantía de la indemnización más que a la culpa.
Impacto emocional y en el jurado: Los casos de localización errónea tienen un fuerte impacto emocional. Los miembros del jurado (y los jueces) tienden a sorprenderse y horrorizarse de que un cirujano pueda operar en el lugar o al paciente equivocado. Esto es diferente de, por ejemplo, un caso de negligencia médica en el que la decisión de un médico podría ser discutible o un mal resultado podría ocurrir incluso sin negligencia allí, los jurados podrían dar a un médico el beneficio de la duda. Aquí, por lo general hay sacudidas de cabeza colectivas: "¿Cómo ha podido ocurrir?" La historia del caso suele eclipsar los complejos detalles médicos. Esto puede beneficiar a los demandantes en términos de atractivo para el jurado. Sin embargo, también significa que la defensa se esforzará por humanizar al médico (por ejemplo, "el Dr. Smith se siente fatal por este error, por lo demás ha tenido una carrera excelente, etc.") para evitar que los jurados conviertan la ira en deseo de castigar. Y como los jurados pueden enfurecerse tanto, la defensa podría presionar para excluir cualquier cosa demasiado incendiaria (por ejemplo, podrían tratar de evitar la mención de incidentes similares o problemas sistémicos, manteniendo el enfoque limitado). En general, la naturaleza del error tiende a hacer que estos casos sean más blancos y negros para un jurado, a diferencia de muchos casos de negligencia que viven en tonos grises.
Procedimientos reglamentarios y disciplinarios en paralelo: En un caso de mala praxis, a menudo ocurren más cosas entre bastidores. La ley de Florida requiere que cuando usted presenta una demanda por negligencia, debe notificar al Departamento de Salud (si se trata de un individuo con licencia como un médico) y la Agencia para la Administración de Cuidado de la Salud (si se trata de una instalación). Estas agencias revisarán el incidente para posibles acciones disciplinarias. Esto no es algo que decida un jurado, es un proceso administrativo, pero significa que el médico podría enfrentarse a una investigación de la junta médica al mismo tiempo que se desarrolla la demanda. En algunas situaciones, un proveedor (u hospital) podría estar más dispuesto a llegar a un acuerdo o admitir la culpa porque también está tratando de mostrar remordimiento y medidas correctivas a los reguladores. Tras el incidente de Willie King, por ejemplo, la suspensión de la licencia del cirujano fue una medida disciplinaria independiente de la causa civil. Para los pacientes, esta vía paralela puede ser un pequeño resquicio de esperanza, pues significa que, además de obtener una indemnización, su caso puede dar lugar a acciones que mejoren la seguridad (como que el hospital cambie los protocolos o que el médico sea supervisado o reciba una nueva formación). En cambio, en un caso típico de mala praxis por, digamos, un error de diagnóstico, puede que no haya ninguna acción reguladora; el caso es sólo un litigio civil. Los errores in situ, al ser tan flagrantes, desencadenan respuestas del sistema en mayor medida.
Concienciación pública y notificación: En Florida, las intervenciones quirúrgicas en lugares equivocados se consideran incidentes adversos notificables. Los hospitales deben notificarlos al estado en virtud de los estatutos de gestión de riesgos. Aunque gran parte de esa información es confidencial, algunos datos (como el número de incidentes, como hemos citado antes, 315 notificados en aproximadamente una década) se hacen públicos. Esto significa que su caso podría contribuir a las estadísticas e incluso llegar a ser conocido públicamente (sobre todo si se presenta ante los tribunales, ya que las demandas son de dominio público). No es infrecuente que los casos de mala praxis acaben en las noticias, ya que son lo bastante raros como para ser noticia e ilustrar cuestiones más amplias de seguridad del paciente. Esto contrasta con muchos casos de mala praxis que pasan desapercibidos. La publicidad puede ejercer una presión adicional sobre los demandados (a ningún hospital le gusta la mala prensa, por lo que pueden querer llegar a un acuerdo más rápido bajo confidencialidad). Como paciente, debe hablar con su abogado y con los profesionales sanitarios sobre la confidencialidad, ya que a veces los acuerdos pueden incluir cláusulas de confidencialidad. Si mejorar la seguridad del paciente forma parte de su objetivo, puede insistir o enorgullecerse de que plantear la cuestión públicamente forzará cambios. En Florida también existe la llamada Ley de Lorena (aprobada en 2023), que obliga a los hospitales a notificar a los pacientes si se les ha practicado una cirugía en un lugar equivocado o incluso si se han visto afectados por un incidente adverso, lo que refuerza la transparencia. El resultado es que los casos de cirugía inoportuna no se ocultan en la sombra, sino que a menudo se convierten en casos de estudio que impulsan el cambio.
Diferentes dinámicas de litigación: Como es difícil defender el acto, los abogados defensores en los casos de emplazamiento erróneo suelen ajustar su estrategia. Pueden estipular ciertos hechos para parecer creíbles (por ejemplo, "No debería haber ocurrido, sólo estamos aquí para determinar una indemnización justa"). También pueden mostrarse más abiertos a la resolución alternativa de conflictos. Por parte del demandante, sigue teniendo que demostrar sus daños documentando diligentemente los procedimientos médicos adicionales, la rehabilitación, el impacto psicológico, el tiempo de trabajo perdido, la necesidad de prótesis o nuevos tratamientos debido al error, etc. Una diferencia es que puede que no necesite tantos peritos caros sobre responsabilidad (ya que es sencillo), pero puede que siga necesitando peritos sobre futuras necesidades médicas o sobre la economía de sus pérdidas si, por ejemplo, no puede trabajar debido a la lesión. El caso es más sencillo a la hora de probar la culpa, pero puede ser tan complejo como cualquier caso de negligencia a la hora de probar el valor en dólares del daño.
Posibilidad de mayores daños: Aunque cada caso depende de los hechos, las cirugías en lugares equivocados suelen implicar lesiones importantes por definición (por ejemplo, pérdida de una parte sana del cuerpo, cirugía adicional, etc.), y los jurados pueden conceder daños no económicos sustanciales por el daño innecesario y la angustia emocional. También existe el argumento de la pérdida de dignidad o la violación de la autonomía del paciente: uno fue a que le hicieran una cosa y le hicieron otra en contra de su voluntad, lo cual no es una categoría jurídica de daños separada, pero es algo que puede resonar en la valoración del dolor y el sufrimiento. Además, el escenario a menudo enoja a los jurados que quieren enviar un mensaje. En Florida, los daños punitivos requeriría un procedimiento separado para alegar y clara evidencia de negligencia grave. Si bien no todos los casos de sitio equivocado se reunirá que, la naturaleza atroz lo pone sobre la mesa más que en un caso típico. Sin embargo, Florida limita los daños punitivos en la mayoría de los casos (por lo general a 3 veces la indemnización o $ 500k, con algunas excepciones), y conseguir punitivos en absoluto requiere un alto nivel de prueba. Aún así, la posibilidad es parte de lo que hace que estos casos diferentes el tribunal podría permitir que el jurado considere daños punitivos debido a la imprudencia implícita en un evento nunca.
En resumen, las demandas por mala praxis quirúrgica en el lugar equivocado en Florida son diferentes porque se parte de una base muy sólida en cuanto a la responsabilidad. Las presunciones legales y la naturaleza del error simplifican algunos aspectos del caso, pero aún así hay que seguir los pasos previos a la demanda y probar las pérdidas. La buena noticia para los pacientes lesionados es que la ley está diseñada para favorecerle en estas situaciones atroces, lo que refleja la intolerancia de la sociedad ante tales errores. Usted no está librando una ardua batalla para demostrar la negligencia, como muchas víctimas de mala praxis, sino que es el profesional sanitario el que tiene que explicar cómo ha podido ocurrir. Y a los ojos de la ley de Florida, realmente no hay explicación aceptable que fue negligencia, y punto. Esa claridad puede al menos eliminar una capa de estrés en la búsqueda de justicia por lo que ha sufrido.
Conclusión: Conozca sus derechos y lo que puede esperar
Sufrir daños por una intervención quirúrgica en el lugar equivocado o con el paciente equivocado es una experiencia traumática que nadie debería tener que soportar. Si sucede, la ley de Florida proporciona un marco que reconoce sus derechos y responsabiliza a los proveedores de atención médica por este tipo extremo de negligencia.
Sus principales conclusiones y derechos como paciente en Florida:
- Usted tiene derecho a una atención quirúrgica segura operando al paciente correcto, con el procedimiento correcto y en el lugar correcto. Una desviación de esto no es sólo un error; es un incumplimiento de la norma fundamental de atención.
- Florida presume negligencia en los casos de "nunca acontecimiento". Usted efectivamente no tiene que convencer a un tribunal de que una cirugía en un sitio equivocado es negligente, es obvio y legalmente inferido. Esto le ayuda a usted como paciente lesionado; la atención se centrará en conseguirle una indemnización por sus lesiones.
- Tienes derecho a indemnización por todos los daños resultantes. Esto puede incluir gastos médicos para corregir el error (y cualquier cuidado continuo que necesite), salarios perdidos si faltó al trabajo o no puede volver al mismo trabajo, y dolor y sufrimiento por el trauma físico y emocional. En Florida, si se trata de un caso de muerte o lesiones muy graves, algunos familiares también pueden reclamar (muerte por negligencia o pérdida de consorcio). En Florida no existe un límite máximo para la indemnización por daños y perjuicios en casos de lesiones personales debido a las sentencias judiciales, por lo que un jurado puede conceder lo que considere justo dadas las circunstancias.
- El proveedor no puede ocultar el incidente. Los hospitales deben informar de las cirugías en lugares erróneos a los reguladores estatales. Y si usted presenta una demanda, eso desencadena una revisión que podría dar lugar a medidas disciplinarias. Esto significa que su caso podría ayudar a prevenir futuros errores al provocar cambios o sanciones que fomenten un mejor cumplimiento de los protocolos de seguridad. También significa que es probable que el incidente no se pueda esconder bajo la alfombra; usted tiene la ventaja de saber que el error del proveedor está siendo examinado por algo más que su equipo jurídico.
- Usted debe esperar que el proceso previo a la demanda la necesidad de obtener una declaración jurada de expertos y pasar por 90 días de espera. Aunque esto puede parecer un retraso, en un caso claro suele terminar con una oferta de acuerdo. Utilice ese tiempo a su favor: reúna toda la información sobre cómo le ha afectado el error. A veces la mediación o las conversaciones para llegar a un acuerdo se producen incluso antes de presentar una demanda formal, porque los hechos están muy claros.
- Usted conserva el control sobre la aceptación de cualquier acuerdo. El hecho de que una compañía de seguros ofrezca dinero no significa que usted deba aceptarlo si no le parece adecuado. Consulte con su abogado el valor de su caso. Los casos de accidentes en lugares equivocados pueden atraer grandes ofertas de indemnización, pero asegúrese de que cubren no sólo sus facturas pasadas sino también sus necesidades futuras, especialmente si le afectan de por vida (como la pérdida de un miembro u órgano, que requiera prótesis, terapia o altere su capacidad de ganancia).
- Si va a juicio, tiene una historia convincente que contar. No subestime el poder de explicar simplemente a un jurado lo que le ocurrió. Los jurados confían en su sentido común y el sentido común dice que estos errores son indefendibles. La ley está esencialmente de acuerdo. Así que usted y su abogado presentarán los hechos con claridad, quizá llamen a los testigos implicados para que se expliquen (a menudo, acaban admitiendo los errores en el estrado, lo que no hace sino reforzar su caso), y luego se centrarán en cómo le perjudicó a usted.
- Nadie puede obligarle a guardar silencio (a menos que llegue a un acuerdo y acepte la confidencialidad). Florida ha aumentado la transparencia en torno a los errores médicos. Es posible que desee la rendición de cuentas pública o que prefiera la privacidad; eso depende de usted. Pero sepa que, a diferencia de algunos estados, Florida no tiene "leyes mordaza" que impidan a los pacientes hablar sobre un acuerdo (aunque las partes pueden acordar voluntariamente la confidencialidad como parte de un acuerdo). Esto significa que usted podría compartir su historia si lo desea, abogando potencialmente por la seguridad del paciente. Pero si llega a un acuerdo y el demandado insiste en una cláusula de confidencialidad, téngalo en cuenta en su decisión (algunos pacientes negocian una indemnización mayor a cambio de la confidencialidad).
A fin de cuentas, una intervención quirúrgica en un lugar equivocado es una pesadilla, pero el sistema de justicia civil está ahí para ofrecer una solución. Aunque ninguna cantidad de dinero repara el daño de una intervención quirúrgica innecesaria o incorrecta, obtener un acuerdo o veredicto justo puede ayudarle a recibir la atención que necesita y compensarle por su sufrimiento. También envía un mensaje a los proveedores de asistencia sanitaria de que tales negligencias atroces tienen graves consecuencias.
Si usted o un ser querido se encuentran en esta situación, es crucial actuar con prontitud (recuerde el plazo de 2 años para presentar una demanda) y considerar la posibilidad de hablar con un abogado de negligencia médica de Florida que tenga experiencia en casos de "nunca ocurridos". Ellos pueden guiarle a través de los pasos descritos anteriormente, ayudarle a obtener el apoyo necesario de expertos, y abogar por la compensación máxima que se merece. Es importante destacar que la presentación de una demanda no sólo busca justicia para usted, sino que también arroja luz sobre lo que salió mal, lo que puede conducir a cambios que protejan a futuros pacientes.
En resumen, las demandas por mala praxis quirúrgica en el lugar equivocado en Florida se manejan con el reconocimiento de que estos errores nunca deberían ocurrir. La ley le ofrece presunciones útiles, y el proceso, aunque intrincado, es navegable con la orientación adecuada. Como paciente, usted tiene derecho a estar plenamente informado, a exigir responsabilidades y a ser indemnizado en la medida de lo posible conforme a la ley. Estar informado sobre lo que implican estos casos es el primer paso para recuperar el control y la justicia tras un incidente que probablemente le hizo sentirse profundamente vulnerable. Recuerde: no está solo, estos sucesos son conocidos y están documentados, y el sistema jurídico está preparado para responder con contundencia cuando un cirujano opera en el lugar equivocado o al paciente equivocado.
Biografía del abogado: Jorge L. Flores, Florida Bar No. 53244, ha estado representando a las familias en Miami Dade por más de 30 años.
Descargo de responsabilidad: Este resumen es información general, no asesoramiento jurídico. Los plazos y procedimientos pueden cambiar en función de los hechos y las partes. Para obtener orientación sobre su situación específica, póngase en contacto con un abogado de negligencia médica de Florida.
